La prevención también es importante en medicina estética

Tras 14 años de experiencia en Gros, el médico estético Eduardo Álvarez ‘cruza’ el puente y se instala en la Calle San Marcial. Muy cerca de ‘su’ barrio, donde seguirá ofreciendo los mismos servicios e incluso alguno más, convirtiendo ‘Clínica Álvarez’ en un centro multidisciplinar.

Son ya 14 años de experiencia los que acumula el médico estético Eduardo Álvarez en el barrio de Gros. Tres lustros en los que ha acumulado una clientela y una vasta experiencia que ahora traslada a la flamante Clínica Álvarez, en la calle San Marcial. Tan sólo ‘cruza’ el el puente, ya que seguirá ofreciendo los mismos servicios e incluso alguno más: su intención es convertirse en un centro multi-disciplinar, ampliando la oferta con una consulta de cirugía plástica y otra de flebología, trabajando el campo de las varices.

Las muchas personas que han pasado por sus manos ya conocen la forma de trabajar de Eduardo Álvarez. De ahí quizá su fidelidad a un profesional que tiene las ideas muy claras. “Sin duda, mi patrón se basa en la naturalidad, huyendo de las exageraciones. Es decir, en el caso de la cara, buscar una proporción entre pómulos, orejas, boca... en definitiva, una simetría. Aquí reside la verdadera belleza. La impefección en un lado de la cara o el hecho de que no sea igual que el otro lado puede hacer que no seamos bellos, y en la simetría encontramos la armonía y la belleza. Es el patrón que yo busco: nada de exageraciones”, incide el experto.

Los casos, por tanto, se tienen que estudiar de manera individualizada, y siempre por un profesional. No existe un tratamiento igual para dos personas diferentes. “Hay que quitar el miedo al médico estético. Aquí en San Sebastián estamos formados y pertenecemos a una asociación: nos preocupamos por la formación, por estar atentos a los últimos adelantos. Si haces una correcta historia clínica con un paciente, le explicas cómo va a ser, actúas como un médico, los procedimientos de medicina estética no tienen por qué dar problemas”, subraya.

La calidad, lo primero

Si hay algo que cuida Eduardo Álvarez es la calidad de los productos que emplea. En un tema tan delicado como la salud no se puede andar con medias tintas. “Hay clientes que te preguntan por qué cuesta tanto un tratamiento u otro. Pero es que ya el propio coste del producto es importante: hay ácidos hialurónicos mejores y peores, y esto se nota siempre en el resultado final, que siempre será más natural y va a durar más. En mi caso, yo elijo el mejor producto del mercado, sin duda”, aclara.

De todas maneras, las técnicas y los productos van evolucionando y mejorando los resultados. En este caso, como explica, “la revolución ha sido el bótox, la toxina botulímica, y ahora el campo de la voluminización y recuperación la estructura que se ha perdido. Con poco tiempo de recuperación y con procedimientos sencillos se consiguen unos rejuvenecimientos importantes en una cara que con el tiempo va perdiendo grasa y hueso, aunque en este caso los costes se pueden disparar un poco”.

La prevención, clave en medicina estética

Como ocurre en otros campos de la medicina, la prevención resulta clave en la estética. “Como hemos dicho antes, podemos pensar que los tratamientos son muy caros, pero yo digo que es porque los clientes llegan tarde. Es verdad que cuanto mayor es una persona mayor poder adquisitivo tiene y se puede hacer más cosas, pero en el campo de la medicina estética, con pequeños toques se pueden hacer grandes cosas. Mi objetivo es trabajar desde el punto de vista preventivo: se estudia la cara y con pequeños toques podríamos conseguir que una cara no envejezca tan rápido”.

Así, explica, “cuando te viene una paciente con 55 años que ha tomado mucho el sol y que ha sido fumadora, es mucho más difícil recuperar lo que se ha perdido. Si el tope es un 10 y viene en un 4, ponerle en un 7-8 me va a costar mucho más que obtener un 8 con una paciente que viene con un 6. De aquí también el cambio de presupuestos, claro”.

En su consulta, los tratamientos más demandados tiene que ver “con todo lo que sea el rejuvenecimiento facial, ya sea la calidad de la piel, las arrugas, suavizar o eliminar determinadas arrugas que nos hacen tener el aspecto más cansado, estar más tristes... en definitiva, los pacientes buscar darse un ‘chute’ de juventud”. Es decir, todo lo que tenga que ver con “peelings, botox, rellenos, volumetrización, depilación láser, celulitis, grasa localizada, varices, y dietas...”.